El
poema “Las primeras miradas”, está incluído en el poemario “Solo mientras
tanto” del escritor Uruguayo Mario Benedetti, el cual fue publicado en el año
1950. Su autor, nacido el 14 de Septiembre de 1920 en la provincia Uruguaya de
Paso de los toros, fue galardonado con varios premios durante su carrera, entre
los cuales destacan: El premio Francisco de Miranda, entregado personalmente
por el presidente de Venezuela y que corresponde a la máxima condecoración a
las letras en dicho país; El premio Reina Sofía de poesía iberoamericana; El premio de letras del fondo cultural de la
alternativa bolivariana para las Américas, entre otros. Benedetti perteneció a
la denominada generación del 45, la cual se destaca como una generación
vanguardista debido a las diferencias que marca con el esquema literario
tradicional de la época, a la cual pertenecieron también autores de la
categoría de Idea Vilariño, Juan Carlos Onetti, Ángel Rama entre otros.
Benedetti falleció el día 17 de mayo de 2009 en la ciudad capital de Uruguay,
Montevideo cerrando de esta manera una
carrera llena de éxitos y reconocimientos, mas de 80 libros publicados en más
de 20 idiomas en todo el mundo además de una carrera política y social
sumamente activa y de cierto modo, admirable.
El tema
del poema es la nostalgia del hablante lirico por su infancia.
Este
poema esta dividido en tres estrofas irregulares, en las cuales se distribuyen
los versos mayoritariamente de arte mayor, especialmente los tridecasilabos,
endecasílabos y alejandrinos, sin embargo existe un verso de arte menor en la
tercera estrofa que rompe con el esquema predominante del poema. Existe una
rima asonante de manera muy irregular y desordenada a lo largo del poema que
enfatiza la idea a entregar por el hablante lírico y a su vez entregar la
musicalidad correspondiente al género a trabajar.

En
el poema “ Las primeras miradas”, la idea de disconformidad ante la cruda
realidad se ve reflejada en los sentimientos de nostalgia, impotencia y deseo,
los cuales enfatizan que sus primeras
experiencias o las primeras miradas del hablante lírico pasan a formar parte de
un borroso pasado, desaparecido en el tiempo y al cual anhela volver. Ya desde
los primeros versos del poema, se comienza a apreciar la soledad impregnada
dentro del hablante lírico debido a la
pérdida de los recuerdos infantiles claramente destacado en el verso número
tres y luego con la paradoja en el cuarto verso que ayuda a comprender la
soledad en la que el hablante se encuentra inmerso. En estos primeros versos,
el hablante lírico metaforiza sus recuerdos de infancia con la imagen de los
pequeños duendes que ya no están, haciendo clara alusión a los personajes
ficticios típicos de los relatos infantiles narrados por padres y madres, haciendo
además énfasis en el bullicio, la inquietud y el elemento lárico que en
conjunto configuran las características
básicas de la vida plena de un niño. De igual modo, se hace referencia al
cambio de ambiente que el hablante lírico ha tenido que sufrir, y por tanto
también a la perdida de la alegría siendo remplazada por la angustia y la
soledad.

Finalmente,
en los últimos versos el hablante lírico expresa su anhelo por regresar y revivir las alegrías de sus anteriores
vivencias. Esto se ve plasmado de manera muy simbólica en los últimos dos
versos con la presencia de una elipsis y un hipérbaton, figuras que potencian
los sentimientos del hablante. Es en este último apartado en donde se vuelve a
presentar los sentimientos de felicidad que evocan sus recuerdos de la
infancia, en donde el actor o hablante lírico utiliza dos interrogaciones para
preguntarse de qué manera se podrían revivir esos hechos pasados, y una
antítesis para enfatizar el mensaje a entregar, debido a que en su nuevo mundo
no encuentra sitio para depositar su larga y fría soledad.
El
poema esta marcado por varias de las características principales del estilo de
Mario Benedetti, entre las cuales se destacan la simpleza en la redacción, el
carácter inclinado hacia el pesimismo y la cotidianidad de las cosas, lo cual
se contrasta un poco con las figuras literarias, que constituyen un elemento más
escaso por lo general en las obras del autor. Bajo nuestro punto de vista, el
hablante lirico, correspondiendo a las características del autor intenta
exaltar aquellas cosas o situaciones que comúnmente se pasan por alto o no se
toma en cuenta de una manera especial y sumamente figurativa, tanto así que uno
como receptor de su mensaje puede hasta
cambiar su percepción en cuanto a ciertas cosas que en su momento no fueron
consideradas adecuadamente. En otras palabras, poemas como “Las primeras
miradas”, presentan el carácter particular de Benedetti en todo su esplendor,
haciendo énfasis en cosas que a diario suceden a casi todos, pero que pocas
veces son debidamente consideradas.
Pablo Pinto
Rodrigo Breguel
2° Medio
Pablo Pinto
Rodrigo Breguel
2° Medio
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