Tema: La culpa de Hannah Schmidt.
Hipótesis: Hannah Schmitz es culpable a pesar de su analfabetismo.
Introducción:
El lector, es una novela escrita por el autor alemán Bernhard Schlink, nacido en la ciudad de Belfield el 6 de Julio de 1944, durante su vida ejerció como escritor y jurista en diversas cortes de Alemania, destacando entre estas la corte constitucional del estado federal de Renania del norte-Westfalia y desde 2006, ejerce como profesor de historia de la ley en la universidad de Humboldt en Berlin. En cuanto a su obra literaria, destacan La justicia de Selb de 1987, el engaño de Selb de 1992 y el lector, publicado por primera vez en Alemania y Estados Unidos en el año 1995. Schlink pertenece a la generación literaria alemana de la posguerra que es representativa de la juventud que vive el proceso posterior a la segunda guerra mundial donde la gran mayoría de los alemanes fueron inculpados y juzgados abiertamente en gran parte del mundo. Esta generalización e injusta discriminación lo motiva a escribir el lector a modo de esclarecer la culpabilidad alemana de la posguerra y realizar una pregunta retórica a la mayoría de los receptores de su mensaje, ¿Se puede ser culpable de algo bajo una profunda ignorancia sobre el tema?, con este ensayo pretendo contestar esta pregunta afirmando la culpa que tiene Hannah Schmidt a pesar de su analfabetismo y lo que esto representa en la novela. Ademas de lo anterior, Schlink pertenece a la época contemporánea de la literatura con fuerte influencia del post modernismo.
En lineas generales, la novela trata sobre Michael Berg, uno joven que se enamora de una mujer mayor que tras un tiempo de apasionado romance desaparece sin dejar rastro, dejando una huella y un vacío importante en el protagonista que luego, siguiendo la carrera de leyes se encuentra con ella en un juicio de criminales de guerra nazi don ella es inculpada por haber dirigido la muerte de 300 mujeres judías. Durante el transcurso del juicio, figura una situación importante que es cuando la mujer no confiesa su analfabetismo como atenuante de la sentencia y esto genera un importante quiebre en el protagonista que no sabe si culpar o comprender a su amada.
Sesión 2:
En primer lugar me referiré a la culpa que tiene Hanna respecto al caso sustentada en su salud mental, una persona por mas que sea analfabeta e ignorante sabe que al asesinar a una persona esta cometiendo un hecho impropio y moralmente incorrecto.
En segundo lugar me referiré a la narración de Hanna durante el juicio donde se logra comprobar su culpa sustentada en el principio de la omisión cuando no gira la llave al momento de presenciar el incendio en la iglesia.
En conclusión, me referiré a la actitud que toma Michael al escuchar los cargos en contra de Hanna, si bien este se siente indeciso entre comprenderla y culparla tras la presentación de las acusaciones en su contra, este decide alejarse finalmente de la imputada teniendo como punto de inflexión la visita al campo de concentración, situación que desemboca en el distanciamiento entre Berg y Hanna durante el cumplimiento de la sentencia. “Tampoco los verdugos odian a los condenados a muerte y sin embargo, los ejecutan… No estoy hablando de la obediencia debida. El verdugo no obedece órdenes, simplemente hace su trabajo; no odia a las personas a las que ejecuta. Le son completamente indiferentes. Tan indiferentes, que le da los mismo matarlas o no matarlas”…
Sesión 2:
En primer lugar me referiré a la culpa que tiene Hanna respecto al caso sustentada en su salud mental, una persona por mas que sea analfabeta e ignorante sabe que al asesinar a una persona esta cometiendo un hecho impropio y moralmente incorrecto.
En segundo lugar me referiré a la narración de Hanna durante el juicio donde se logra comprobar su culpa sustentada en el principio de la omisión cuando no gira la llave al momento de presenciar el incendio en la iglesia.
En conclusión, me referiré a la actitud que toma Michael al escuchar los cargos en contra de Hanna, si bien este se siente indeciso entre comprenderla y culparla tras la presentación de las acusaciones en su contra, este decide alejarse finalmente de la imputada teniendo como punto de inflexión la visita al campo de concentración, situación que desemboca en el distanciamiento entre Berg y Hanna durante el cumplimiento de la sentencia. “Tampoco los verdugos odian a los condenados a muerte y sin embargo, los ejecutan… No estoy hablando de la obediencia debida. El verdugo no obedece órdenes, simplemente hace su trabajo; no odia a las personas a las que ejecuta. Le son completamente indiferentes. Tan indiferentes, que le da los mismo matarlas o no matarlas”…
Sesión 3:
La novela el lector, escrita por el autor alemán Bernhard Schlink presenta a lo largo de todo su desarrollo un enfoque temático relacionado con la culpabilidad de Hanna Schmit con respecto a la muerte de 300 mujeres judías en una iglesia durante el periodo nazi previo a la segunda guerra mundial. En este ensayo se pretende probar por medio de 3 argumentos la culpa de Hanna a pesar de un atenuante representativo de la novela que es el analfabetismo.
En primer lugar, se intenta probar la culpa de Hanna argumentando en base a su salud mental, si bien en el caso de Hanna existen atenuantes importantes en contra de su culpa, principalmente su analfabetismo, la novela no da a conocer en ningún momento la presencia de algún tipo de deficiencia psicológica o mental en el comportamiento de la mujer. Toda acción o intervención que ella realiza a lo largo de la novela, especialmente en el principio de esta, da cuenta de una cordura y una mentalidad que no presenta ningún tipo de irregularidad o desorden, y de hecho, se expone como una actitud común y corriente con respecto a cualquier otra persona. En su mayoría, alrededor del mundo, los códigos penales presentan como única manera de optar a la dispensa judicial, la irracionalidad o un desorden mental condicionante como es la esquizofrenia u otra enfermedad psicológica de importantes proporciones, por lo que no se puede argumentar en favor de la inocencia de Hanna, siendo respaldado este argumento en el analfabetismo de la imputada. A modo de demostrar la validez de este primer argumento, se incluye una cita textual de la novela que indica de manera practica el pensamiento del protagonista.
“Quería comprender y al mismo tiempo condenar el crimen de Hanna. Pero su crimen era demasiado terrible. Quería tener sitio en mi interior para ambas cosas: la comprensión y la condena. Pero las dos cosas al mismo tiempo no podían ser”…
A modo de continuar la argumentación, se presenta la narración de Hanna Schmit durante el juicio que finalmente la condena. Durante este relato, Hanna se atribuye la culpa conjunta con las otras 5 mujeres enjuiciadas sustentando esta culpa en el principio denominado culpabilidad o complicidad pasiva que se refiere a cuando una persona no hace nada para evitar un suceso a pesar de que sabe que no es una situación bien encaminada. Este relato se refiere al momento en que la iglesia donde se mantenían las prisioneras judías comienza a ser afectada por un incendio y las guardianas, regidas por la orden de mantener el control sobre las prisioneras no abren las puertas de la iglesia que se encontraban cerradas bajo llave. Este relato demuestra la culpa plena de Hanna, ciertamente compartida con las otras 4 mujeres enjuiciadas. A pesar de no ser precisamente el cargo por el que se le condena, el testimonio y el relato de la mujer prueba su responsabilidad en condición de cómplice pasivo con respecto a la muerte de las mujeres en la iglesia.
Como ultimo argumento, se desarrolla la posición del protagonista Michael Berg en relación a los cargos que se le atribuyen a Hanna durante el juicio, si bien este hace un esfuerzo por comprenderla, este intento de comprensión se ve desplazado por una profunda conciencia en la mente de Berg que sabe y tiene claro que Hanna presenta cierto grado de culpabilidad. La visita del protagonista a un campo de concentración representa un punto de inflexión importante en el desarrollo de la postura que finalmente Michael toma frente a la figura de Hanna y básicamente opta por alejarse de ella generando un vacío en su interior que durante el resto de su vida le genera complicaciones irreparables como la imposibilidad de establecer relaciones normales con otras mujeres. Dicho de otro modo, a pesar de los esfuerzos que realiza por comprender a Hanna, Michael concluye que la responsabilidad de ella en los atroces crímenes antisemitas durante el periodo nazi si existe y por esta razón decide cortar su relación con la mujer y distanciarse de ella.
“Tampoco los verdugos odian a los condenados a muerte y sin embargo, los ejecutan… No estoy hablando de la obediencia debida. El verdugo no obedece órdenes, simplemente hace su trabajo; no odia a las personas a las que ejecuta. Le son completamente indiferentes. Tan indiferentes, que le da los mismo matarlas o no matarlas”…
En conclusión, queda demostrado por los argumentos desarrollados en este ensayo que Hanna Schmit es plenamente culpable y si posee un importante grado de responsabilidad frente a los cargos que se le atribuyen pues no hizo nada para evitar la muerte de las 300 mujeres en la iglesia habiendo tenido la posibilidad de abrir las puertas por lo que queda demostrado su rol de cómplice en el crimen por omisión de las 300 victimas judías.
A modo de continuar la argumentación, se presenta la narración de Hanna Schmit durante el juicio que finalmente la condena. Durante este relato, Hanna se atribuye la culpa conjunta con las otras 5 mujeres enjuiciadas sustentando esta culpa en el principio denominado culpabilidad o complicidad pasiva que se refiere a cuando una persona no hace nada para evitar un suceso a pesar de que sabe que no es una situación bien encaminada. Este relato se refiere al momento en que la iglesia donde se mantenían las prisioneras judías comienza a ser afectada por un incendio y las guardianas, regidas por la orden de mantener el control sobre las prisioneras no abren las puertas de la iglesia que se encontraban cerradas bajo llave. Este relato demuestra la culpa plena de Hanna, ciertamente compartida con las otras 4 mujeres enjuiciadas. A pesar de no ser precisamente el cargo por el que se le condena, el testimonio y el relato de la mujer prueba su responsabilidad en condición de cómplice pasivo con respecto a la muerte de las mujeres en la iglesia.
Como ultimo argumento, se desarrolla la posición del protagonista Michael Berg en relación a los cargos que se le atribuyen a Hanna durante el juicio, si bien este hace un esfuerzo por comprenderla, este intento de comprensión se ve desplazado por una profunda conciencia en la mente de Berg que sabe y tiene claro que Hanna presenta cierto grado de culpabilidad. La visita del protagonista a un campo de concentración representa un punto de inflexión importante en el desarrollo de la postura que finalmente Michael toma frente a la figura de Hanna y básicamente opta por alejarse de ella generando un vacío en su interior que durante el resto de su vida le genera complicaciones irreparables como la imposibilidad de establecer relaciones normales con otras mujeres. Dicho de otro modo, a pesar de los esfuerzos que realiza por comprender a Hanna, Michael concluye que la responsabilidad de ella en los atroces crímenes antisemitas durante el periodo nazi si existe y por esta razón decide cortar su relación con la mujer y distanciarse de ella.
“Tampoco los verdugos odian a los condenados a muerte y sin embargo, los ejecutan… No estoy hablando de la obediencia debida. El verdugo no obedece órdenes, simplemente hace su trabajo; no odia a las personas a las que ejecuta. Le son completamente indiferentes. Tan indiferentes, que le da los mismo matarlas o no matarlas”…
En conclusión, queda demostrado por los argumentos desarrollados en este ensayo que Hanna Schmit es plenamente culpable y si posee un importante grado de responsabilidad frente a los cargos que se le atribuyen pues no hizo nada para evitar la muerte de las 300 mujeres en la iglesia habiendo tenido la posibilidad de abrir las puertas por lo que queda demostrado su rol de cómplice en el crimen por omisión de las 300 victimas judías.
