lunes, 22 de abril de 2013

Primer comentario de texto, La casa de Bernarda Alba.


Pablo Pinto 
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a. Localización:
La generación de 1927 se caracteriza por conjugar a varios poetas y artistas cuyo periodo de actividad está caracterizado y profundamente marcado por la guerra civil española, y que por varios motivos tuvieron que permanecer en España a pesar de la poca o nula afinidad con el régimen franquista, Federico García Lorca se encuentra en la corriente denominada pluralista o neo pluralista, termino referente a una característica particular en la métrica poética o lírica más bien tradicional. Esta generación del veintisiete, se caracteriza en la actualidad por la amistad y camaradería de varios de sus miembros, por ejemplo la relación de Rafael Alberti, Federico García Lorca y Emilio Prados, quienes incluso vivieron juntos de jóvenes hacia el año 1924. Lazos de amistad como estos se mantuvieron en pie incluso luego de la cruenta guerra civil española y produjo, durante toda la existencia de la generación un intercambio natural de ideas ya fuese directamente o por medio de la correspondencia. El surgimiento de esta generación literaria se produce en 1927 durante la conmemoración centenaria de Góngora en la ciudad de Sevilla a pesar de las afinidades personales anteriores de varios autores y artistas de dicha congregación por ejemplo en la publicación de material en importantes revistas hasta la aparición de órganos de difusión propios, como fue la revista litoral, revista distribuida por Altoaguirre en cooperación con varios miembros de la generación de 1927 y dirigida a un público minoritario. En cuanto a los aspectos prácticos, la generación del veintisiete se caracteriza por una confianza ante el arte como principio de creación y profundización de la vida, este último principio se conoce como la “conciencia artística”. También se destaca la deshumanización plasmada en el desprecio del sentimentalismo. Finalmente, podemos señalar que la Generación de 1927 siempre siguió dos tendencias fundamentales, por un lado la pureza y por otro el tradicionalismo de la literatura Española.  
Federico García Lorca, nacido en la ciudad española de Granada el  5 de junio de 1898, fue un poeta, dramaturgo y prosista español, también conocido por su destreza en muchas otras artes. Adscrito a la llamada Generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Como dramaturgo, se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX, fue asesinado en 1936 luego de la guerra civil española. Entre sus obras más importantes se encuentran La casa de Bernarda Alba, Yerma, Bodas de sangre y su amplio contenido de poesía, donde se destacan Libro de poemas oda a Salvador Dalí y seis poemas Gallegos.  
La casa de Bernarda Alba, fue escrita por García Lorca en 1936, pero fue presentada a post-mortem del autor el día 8 de marzo de 1945 en la ciudad de Buenos Aires.
La obra trata sobre una familia más o menos adinerada en un pequeño pueblo español, donde una madre se esmera constantemente por limitar y reprimir a sus hijas luego de la muerte de su padre forzándolas a vivir un luto de 8 años en contra de su voluntad. Esta represión, causa en las hijas, especialmente en la menor un profundo deseo de libertad e independencia, lo que se ve plasmado en las actitudes sexuales y femeninas de las jóvenes.
El acto tercero, donde se encuentra inserto el fragmento corresponde al quiebre final y el posterior trágico desenlace situacional debido a la insostenible represión de Bernarda Alba hacia sus hijas, este quiebre y desenlace se personifica puntualmente en la hija más joven de la tiránica madre, Adela.
El fragmento corresponde a las ultimas 8 escenas, se caracteriza por un constante flujo de personajes que entran y salen varias veces, Adela luego de presenciar el aparente asesinato de su amado, se encierra en un cuarto solitario, Bernarda, las hermanas y la Poncia aclaran que Pepe el Romano no ha muerto y al ir  en busca de Adela, la encuentran muerta sola en el cuarto. Finalmente Bernarda persiste en su deseo por  mantener la apariencia de una familia honrada.
b. Tema: El tema predominante en el fragmento es el deseo imposible y frustrado representado por la hija menor Adela en oposición a la realidad autoritaria y violenta impuesta por la madre.
c. Estructura: El texto corresponde a un dialogo con presencia de seis personajes. Bernarda, Adela, Magdalena, Angustias, Martirio y La Poncia, esta última representa un quiebre en el esquema al ser la única mujer que no pertenece directamente a la familia.

d. Apartados: El fragmento lo podemos dividir en cuatro apartados fundamentales que subdividen la temática y el curso del desenlace de la historia:
1: El primer apartado abarca desde el comienzo del fragmento hasta la quinta línea que corresponde a la segunda intervención de Adela. La temática representada en este apartado es la desesperada oposición a la violenta autoridad de la madre por parte de la hija.
2: El segundo apartado abarca desde la sexta línea, correspondiente a la entrada al dialogo por parte de Angustias, hasta la número trece, que constituye la cuarta intervención de Adela. Representa fundamentalmente la imposición tiránica y masculina de Bernarda ante el cuestionamiento y la oposición de sus hijas.
3: El tercer apartado abarca desde la línea número catorce hasta la línea número veintisiete, ambas constituyen tanto la primera como la última intervención de la Poncia en el fragmento. Representa los conflictos internos entre las hermanas (envidia) Martirio, Adela y Magdalena desembocando en un desenlace fatal y trágico.
4: El cuarto apartado abarca desde la línea número 28, corresponde a la primera de las dos intervenciones finales de Bernarda, hasta el final del fragmento que vendría a ser la última. Representa la incondicional e irracional intención de Bernarda por mantener la imagen inmaculada de su familia aun por sobre la integridad psicológica o física de sus propias hijas.

e. Comentario por líneas:
En las primeras 10 líneas del fragmento, primeramente se fija y se representa la imposición tiránica y violenta de Bernarda Alba hacia quienes la rodean, el rayo entre los dedos hace referencia al símbolo fálico de poder y rectitud en referencia al dios romano júpiter. “La cama de las mal nacidas”, nombrada en la segunda línea, corresponde a un eufemismo en referencia  directa al uso del corral como lugar de encuentro íntimo y a escondidas. Ya en la tercera línea, es importante mencionar que ocurre una situación inédita en la obra, por primera vez una de las hijas sometidas al autoritarismo de Bernarda ejerce una discusión o le hace frente a su actitud dominante, situación introducida por la acotación “haciéndole frente” en representación  al primer cuestionamiento hacia la autoridad violenta impuesta por Bernarda y representada por medio del simbolismo anterior, particularmente del bastón de Bernarda Alba que representa la tiranía, violenta y autoritaria en contra de sus hijas en conjunto con el desquite oral en los dichos de Adela “Aquí se acabaron las voces de presidio” rompiendo este esquema de sumisión ante la autoridad, este bastón es quebrado por Adela en un acto de rebeldía. La inmediata reacción de Magdalena ante la última acción de Adela calza de buena manera la caracterización por parte de la abuela María Josefa que la califica anteriormente como una persona envidiosa y cruel. Adela mantiene sus intenciones y persiste en su deseo de libertad por sobre la indiscutible autoridad maternal y también por sobre la relación con sus hermanas interviniendo en contra de Martirio haciéndole saber de forma déspota sus intenciones con Pepe el romano calificándolo a Pepe como un León, esta caracterización representa una de las tantas imágenes o aspectos sexuales de la obra. Los dichos de Angustias en reacción a los dichos de su hermana Adela presentan los matices religiosos característicos de la época literaria. Ya en la séptima línea se exalta de manera drástica la violencia desquiciada de Bernarda Alba, carácter representativo de que ella hará hasta el último esfuerzo para controlar y suprimir las libertades de sus hijas, además, la utilización de la escopeta como único desenlace posible eliminando toda postura pro dialogo o conciliadora en este caso con su hija menor Adela que en las dos siguientes líneas mantiene en pie su postura rebelde y contraria a su madre, apareciendo nuevamente el cuestionamiento de una de las hermanas, Angustias y la posterior prevalencia de la falta de apoyo de Magdalena a su hermana Adela, exponiendo nuevamente su caracterización realizada por la abuela María Josefa. En la undécima línea, ocurre la imposición triunfal de Bernarda frente a la rebelión de su hija Adela ocurriendo el aparente asesinato de Pepe comunicándole que llorar y esconderse no la libraran de una sanción (en referencia a la personificación de los muros que defienden de la vergüenza) situación con  inmediata aprobación de Martirio frente a la resolución de su madre, esto último representa a Martirio como una persona despiadada, envidiosa y una tremenda similitud con su madre Bernarda y el desprendimiento psicológico de Adela frente a la muerte de su amado Pepe el romano. Se abre una ventana de incredulidad ante la muerte de Pepe el romano por parte de la Poncia en una de sus tantas intervenciones en los temas familiares, lo que representa perfectamente su cercanía y confianza con esta última debido fundamentalmente al tiempo de servicio que esta tiene en la casa familiar, Martirio le da la razón a la primicia de la Poncia aclarando que Bernarda erró el disparo y que Pepe el romano no ha muerto, creando nuevamente un conflicto situacional entre las hermanas con el apoyo de su madre Bernarda, que con sus dichos exalta su caracterización masculina (cualidad implícita correspondiente al contexto de la obra).
El conflicto situacional ya mencionado desemboca en importantes dichos de Magdalena (línea 17), los cuales representan netamente la desconfianza entre las relaciones fraternales de las hermanas, esto último le entrega al tercer apartado la incertidumbre que desemboca en el trágico desenlace de la historia, en los dichos de Martirio, se nota un hipérbole. El rio de sangre sobre la cabeza representa las malas intenciones de la esta última hacia su hermana Adela, intenciones marcadas por la envidia y la intolerancia de Martirio en contra de su hermana menor. Nuevamente ocurre una intervención de La Poncia en los asuntos intrafamiliares, en este caso, se refiere a Martirio como un ser maldito, eso representa el odio de La vieja criada por Martirio y la preocupación casi maternal por la hermana menor Adela, a su vez Magdalena reprueba directamente las acciones de su hermana Martirio haciendo un alusión clara a la inevitable relación fraterna a pesar de haber sido caracterizada como cruel y envidiosa anteriormente. Ya en la línea 21, se observa a Bernarda tranquila sobre sus actos, a pesar de no haber podido asesinará Pepe el romano, sabe que ha engañado a su hija Adela y utilizara este recurso para mantener la presión y la sumisión de sus hijas y quienes la rodean. La exclamación de Poncia representa la incertidumbre generalizada en cuanto al desenlace de los acontecimientos recientes en conjunto con Bernarda que persiste en mantener la presión y la culpabilidad sobre su hija Adela. La intervención repentina de la Criada corresponde a un elemento importante ya que rompe con el principio de control absoluto definido por Bernarda a lo largo de la obra, ya que al despertar a los vecinos, se origina un deterioro de la imagen de la familia que Bernarda intenta mantener a toda costa, lo anterior se exalta en la línea 25 cuando Bernarda en voz baja comienza a perder el control de la situación debido a la preocupante notificación de la criada, pero manteniendo siempre el rugido en referencia a la masculinidad que personifica Bernarda Alba, amenaza varias veces a su hija Adela y La Poncia logra entrar finalmente a la sala donde se encontraba encerrada Adela y la encuentra colgada, le recomienda a Bernarda que no entre a la sala. En el último apartado, ocurre la conclusión final de la obra, Bernarda emplea una metáfora en referencia a la vivencia de Pepe el Romano a quien maldice imponiendo el carácter trágico de la obra, y se esfuerza por mantener la falsa imagen inmaculada y perfecta de su familia diciendo que su hija menor ha muerto virgen y que debe ser vestida como una doncella, carácter representativo de la hipocresía tiránica de Bernarda Alba. Nuevamente se observa la envidia y las malas intenciones de Martirio y finalmente Bernarda ejercen una mayor presión sobre su familia por medio de una hipérbole (mar de luto) y una personificación, donde declara la importancia de mirar a la muerte cara a cara, termino referente a mantener la imagen de la familia a toda costa sin llorar ni desplomarse. Finalmente con la utilización de una pregunta retórica para mantener el pleno silencio de sus hijas en conjunto con la repetición de la palabra silencio que hace prevalecer la autoridad descriteriada e irracional de la madre.

f. Conclusión:
El oscuro y violento clima en el que suceden los acontecimientos del tercer acto y más puntualmente de las últimas ocho escenas, plasman perfectamente la temática de la represión, el machismo y la religiosidad impuesta características de la época. El tema fundamental del fragmento es puntualmente el deseo frustrado por la autoridad de la madre, temática perfectamente plasmada a lo largo del tercer y cuarto apartado donde Adela, la hija menor acaba suicidándose debido a la constante persecución y represión de su libertad tanto sexual como personal. Es importante aclarar que en la época de la preguerra civil, el cristianismo español estaba sumamente exaltado y era muy común la constante represión de las mujeres por parte de los hombres, en este caso Bernarda Alba con su tiranía y su violencia representa esa constante represión masculina en contra de la mujer. Federico García Lorca, quien vivió el proceso de Preguerra y Guerra civil española da cuenta de que La casa de Bernarda Alba se basa en hechos verídicos y puntualmente en la vida de una de las casas vecinas a la suya.